Hace unos meses realicé un curso de excursionismo de la FEEC y teníamos pendiente hacer alguna excursión con gente del curso. Pues bien, después de alguna que otra dificultad quedamos en subir a Les Agudes por Castellets un grupo de 7 personas que hicimos el curso más la compañía de otras 6 personas del grupo "Alicatador Los Chatarras". Esta excursión es un clásico para los que somos de cerca de Barcelona, pero para algunos de nuestros compañeros era su primera excursión por el Montseny y creo que no quedaron defraudados.
Habíamos quedado a las 9 de la mañana en Santa Fe, en el kilómetro 21 de la Carretera de Sant Celoni a Santa Fe y sobre las 9:30 estábamos casi todos allí menos Javi, que era unos de los promotores del evento. Así que decidimos ir al parquing donde se inicia la excursión als Castellets para ver si estaba allí o podíamos ponernos en contacto con él. Allí pudieron ponerse en contacto con él. Por lo visto él había estado esperando en el parquing donde estábamos desde antes de las 9, pues sabía que era el lugar donde se inicia la excursión y los demás estábamos en Santa Fe e incluso nos debimos cruzar por la carretera, pero no nos vimos.
Fue un pequeño malentendido que le hizo dar algunas vueltas con su furgo, pero debo decir que mereció la pena verle llegar entrando al parking con su furgoneta como si fuera Carlos Sainz, eso sí, sin rotura de motor ni tratar de arrancarlo.
Ya todos juntos y todavía a buena hora empezamos el ascenso, que va inicialmente por zona boscosa y pronto llega a una zona más rocosa donde empezamos disfrutar de buenas vistas: Matagalls, Canigó, Puigmal son sólo algunas de las cumbres que comienzan a distinguirse.
El grupo avanza compacto y poco a poco se va estirando un poco más, ya que comenzamos a avanzar por terreno más estrecho y rocoso. Aunque una parada para reagruparse siempre es una buena excusa para disfrutar del ambiente o hablar un poco con los compañeros.
La subida normalmente no presenta mayores dificultades que alguna grimpada, pero una capa fina de nieve hace que haya que ir con un poco más de cuidado y un poquito más despacio. Poco a poco vamos llegando a la altura del último Castellet, que decidimos rodear por el camino, ya que es la parte más vertical y preferimos evitar la nieve o hielo que pueda haber y no exponernos demasiado.
El último tramo de subida hasta el Coll de Les Agudes es muy sencillo y lo hacemos sin problemas, disfrutando de cómo la nieve ha embellecido el camino.
Llegados al collado, queda una corta ascensión por roca, bastante limpia de nieve hasta llegar a la cima donde tenemos una cruz, un reloj solar, un libro de piadas, un poquito de todo. Disfrutamos de las grandes vistas, tomamos algo y como no, nos hacemos la foto de grupo en la cima.
El día es bastante bueno y no hay previsión de lluvias, pero poco a poco empieza a entrar un buen grupo de nubes, que aunque nos tapan las vistas dejan bonitas instantáneas.
Nuestros dos compañeros de Berga, Jacint y Joana, nos tienen que abandonar porque son las 12 del mediodía y tienen un compromiso, así que bajamos al Coll de Les Agudes de nuevo donde se despiden y bajan directamente a Santa Fe a buscar su coche.
Los demás tomamos el camino, sencillo, llano y perfectamente indicado que lleva hasta la carretera debajo mismo del Turó de l'Home. Subimos hasta la cima por una pista de tierra que hoy está cubierta de nieve y se hace un poco más agradable. Llegados a la cima, con su gran vértice geodésico, nos encontramos con el habitual viento que allí sopla sin obstáculo que lo frene. Suerte que no es un día muy frío y hace sol. De nuevo nos encontramos con buenas vistas al Matagalls y a los Pirineos.
Montserrat, La Mola y otras cumbres también se distinguen claramente.
Ahora toca bajar a Santa Fe, pero nos cuesta un poco decidir si bajamos por l'Avetosa o por la Font del Briançó. Finalmente nos sugieren, muy acertadamente, que bajemos por la Font del Briançó que por allí toca más el sol. Así, pues, vamos bajando por el bucólico camino que se interna entre hayedos.
Poco después estamos en la Font del Briançó, una fuente de aquellas que tiene agua todas la épocas del año y donde siempre apetece echar un buen trago de agua natural de verdad.
Seguimos nuestro descenso, muy bien marcado, y pronto llegamos a la Riera de Passavets, donde nuestro camino se junta con el que baja de l'Avetosa y donde se puede disfrutar de otro espeso hayedo típico de la zona.
Estamos a tiro de piedra de la Font dels Passavets, quizás la fuente más conocida de la zona por estar al lado de la carretera y donde es frecuente encontrar a gente llevándose grandes cantidades de agua. Una vez me encontré con dos personas que estaban cargando almenos 10 garrafas de agua.
Llegamos a la carretera, y de aquí a Santa Fe tenemos más o menos un kilómetro. Si tuviéramos que volver al parquing donde hemos empezado la excursión tendríamos que andar más de 4 quilómetros por el pesado asfalto, pero como tenemos dos coches aparcados en Santa Fe, únicamente debemos pasear por un agradable camino al lado de la riera y en medio del bosque para concluir la excursión.
Una vez en Santa Fe nos encontramos con Manuel, otro compañero del curso de monitor de excursionismo, que tenía un compromiso por la mañana y se une a nosotros para venir a comer. Nos llevamos a los conductores al otro parquing, recuperamos todos los coches y nos vamos a comer. Decidimos ir a un restaurante que hay indicado en la carretera, que está bastante cerca de allí y que parece económico.
Para llegar a él tenemos que ir un buen trozo por pista de tierra, despacito para no tocar con los bajos del coche pero finalmente llegamos al restaurante: Can Carbonell. Está en una zona solitaria y tranquila, con buenas vistas y aire rústico.
Para agradable sorpresa de algunos, que tenían bastantes ganas de calçots, hay calçots en el menú como primer plato. El lugar es agradable, la comida está bastante bien, pero lo mejor, con diferencia, son los dueños: un pintoresco matrimonio que entre bromas, canciones y algún que otro baile de la señora al son del Dúo Dinámico nos alegran la ya de por sí alegre y distendida comida. Un sitio diferente, para mi gusto muy recomendable.
Y con esta comida le dejamos un buen sabor de boca a esta agradable y entrenida excursión por el Montseny. Nos despedimos y esperamos la próxima, a ver quién se anima a organizarla.
¿Montsant? ¿Talaia del Montmell? Vayamos donde vayamos seguro que disfrutaremos.
¡Gracias a todos por la compañía y hasta la próxima!