En el artículo anterior publicamos información sobre movimientos locales de aire, en concreto sobre las formaciones más comunes de brisas. En éste, hablaremos de otro tipo de circulaciones, ahora de mayor alcance en muchos casos: los vientos catabáticos y el Efecto Foëhn.
Para entender cómo funcionan algunos importantes fenómenos meteorológicos es importante saber cuáles son las principales fuentes de energía en cada momento o elementos que dispersan o reflejan dicha energía. En primer lugar, aunque parezca evidente, hay que tener en cuenta que el Sol es la principal fuente de energía de la Tierra. Pero... ¿Qué sucede cuando la radiación solar no nos toca directamente porque hay otra parte de la Tierra que nos la obstruye? O dicho de otra manera... ¿de dónde nos viene la energía por la noche? Para conocer estos asuntos hablaremos del balance energético de la Tierra, que no es más que un cómputo de entradas y salidas de energía a la atmósfera terrestre, de manera similar a como analizamos los ingresos y gastos mensuales en nuestra cuenta bancaria.
La fuente de energía más importante que tenemos a nivel planetario es la radiación solar. Ésta, aparte de proporcionarnos luz natural durante el día, es la principal responsable de mantener una temperatura y unas condiciones adecuadas para la vida humana. Hablaremos de diferentes efectos de la radiación solar, como las oscilaciones y los balances energéticos durante el día y la noche. Previamente miraremos la variación de las condiciones meteorológicas por la incidencia de los rayos solares sobre la tierra. O dicho de otra manera... Las estaciones.
Antes de realizar actividades al aire libre miramos la previsión meteorológica. Esta es posible, principalmente, gracias a los conocimientos que atesoramos sobre física, los modelos numéricos que realizan las previsiones y la increíble capacidad de computación de las máquinas actuales. En Xiruca, por lo menos de momento, nos centraremos en los conocimientos meteorológicos que nos ayudan a entender el clima y la meteorología.